“Hace minutos tres hombres armados ingresaron a la casa del senador Mario Abdo Benítez. En todo momento estos actuaron de forma prepotente”, tuiteó una periodista poco después de las 13:00. Todo el mundo se alertó. Más de uno pensó en un “atentado”.

Cuando la Policía llegó al lugar se percató que se trataba de dos menores de edad que robaron mandarinas y limones del patio de la casa del parlamentario disidente.

“Oha’ã tres tiros directoité”, he’i un mitãrusu de 16 años, quien con su primo entraron “prepotentemente” a juntar los cítricos en una mochila y en una bolsa.

“Muchísimo había” omombe’u el muchachito, quien dijo que quería hacer jugo de la mandarina y con el limón condimentaría el chicharõ que iba a ser un regalo para su madre en su día, ndaje.

Los guardias, al percatarse de que los inocentes ladronzuelos ingresaron a la casa, realizaron tres disparos intimatorios. “Che apytaite ha che primo odispará” he’i anga. El niño “armado” con una mochila y que arrancó “de forma violenta” las frutas, fue esposado y quedó a disposición de la Fiscalía.

El senador colorado no se encontraba en su casa en el momento que ocurrió el hecho, estaba de gira por el interior hablando con las bases con miras a las elecciones del año que viene. “No, ndaikuaái chupe” he’i el mitãrusu cuando le preguntaron si sabía que la casa pertenecía a Marito.

SUSTO

“Che apytaite ha che primo odispará”

RIDÍCULO

Actuar vai. La manera en la que trabajó la Policía para detener a los “peligrosos” delincuentes fue por demás cuestionada.

LA CASA

No conocía al dueño. El muchachito que robó las mandarinas he’i que no sabía la casa de quién era y que suele arrancar de otro árbol cerca de su casa.