Éver Hugo Almeida lleva tatuado en la piel los colores de Olimpia, él y su familia soñaban con volver a Para Uno después de la dolorosa caída en la final de la Copa Libertadores de América en el 2013.

Y por esas cosas del fútbol, la semana pasada retornó a lo que él llama su hogar. Debutó con un triunfo de 5-1 ante Deportivo Capiatá y ayer dio una cátedra táctica en el clásico.

Al final del juego, en conferencia de prensa, dijo que pese a los puntos de ventaja que tienen Libertad y Guaraní, la “O” se ilusiona con el título.

“Ellos, los hinchas de Olimpia, se ilusionan y nosotros también (con el campeonato). Siempre ganarle al rival de siempre significa mucho, no solo los tres puntos, por la rivalidad que hay. A mí me gustó el espectáculo que se vio hoy”, señaló.

Al ser consultado cómo levantó la moral de un plantel que estaba en picada, añadió:

“Yo creo que más que nada tuvimos una aceptación del grupo, del plantel. Eso influyó para que muchos recuperen su nivel. Nos costó el primer tiempo porque el rival también juega, tiene muy buenos jugadores”.

Por último acotó: “Sebastián Ferreira se siente agradecido por jugar, es un chico muy joven”.