• LUCHADOR. Don Adolfo tiene 68 años de edad y es un hombre que siempre luchó por su familia y sueña con un futuro diferente para sus nietos

A sus 68 años de edad, a don Adolfo Ortellado no le queda más que dedicarse a algo fácil y rápido para poder ganar el pan diario. Luego de dejar de pertenecer a una empresa para la cual trabajó durante años, decidió juntar cartón y venderlo, puesto que hace diez años todavía era un negocio bastante rentable. Padre de ocho hijos y abuelo de 8 nietos, dice que lo único que pide es una vida diferente para sus descendientes.

“Mi mayor sueño, aparte de sacar la lotería (risas), es que mis nietos puedan salir adelante, ser profesionales y no sufrir esto que sufrimos nosotros. A pesar de que es un trabajo aparentemente fácil, también es sacrificado, porque nos exponemos al sol, al mal tiempo y muchas cosas más”, siguió.

Todos los días tempranito se levanta, toma su mate y ya sale rumbo al Mercado de Abasto, donde junta los cartones y ahí mismo los vuelve a vender. “Hay empresas que compran de mí acá mismo, porque ellos derriten y hacen de vuelta caja de eso”, contó.

Comentó que la situación cambió mucho en la venta porque empezó a haber mucha competencia. “La gente vio la ganancia en esto y empezó a venir, pero ahora que vinieron ya no es tanta la ganancia porque ya no encontramos cartones”, aseguró.

Don Ortellado es oriundo de San Ignacio, Misiones, pero muy joven tuvo que migrar a Asunción buscando oportunidades laborales, ya que es de padres de escasos recursos. Igualmente, como pudo les dio educación a sus hijos.

Dos hijos

Dos de sus hijos pudieron estudiar y hoy son profesionales con carreras. Una de ellas es enfermera y otro contador.

Lapa

Su señora es ama de casa y ella se dedicó de lleno a sus hijos y a cuidar del aseo del hogar desde siempre.