MAURICIO J. TROCHE. Las intensas lluvias que cayeron en la zona del Guairá el martes generaron serios inconvenientes a los pobladores, en especial a los de la zona de San Miguel, ya que ahí se dio un hecho realmente escalofriante.

Tras el feroz chaparrón, los pobladores se encontraron con el cementerio totalmente bajo agua, incluso con cajones arrastrados de su lugar y lápidas y panteones caídos o inundados. Según comentaron, un 70% del cementerio quedó totalmente destruido.

El suceso apocalíptico se dio por causa de que el terreno se desplazo debido a la cantidad de agua que llegó desde un arroyo que cruza al costado. Pero como si esto fuera poco, muchos afirman que incluso escucharon una fuerte explosión seguida de una especia de temblor, lo que según los testimonios generó una fisura en la tierra y por allí se canalizó el cauce que se llevó panteones, nichos y cajones a su paso.

Las doñas con sus rosariokuéra oñepyrûma oñembo’e en la comunidad porque ellas consideran que fue un mensaje del “de arriba”. Durante todo día de ayer estuvieron juntando los cajones porque se encontraban dispersos por varios lugares y luego fueron llevados hasta otro camposanto.

60 AÑOS

El cementerio tiene 6 décadas y a unos 50 metros del lugar hay un cauce hídrico.