Cuando uno escucha a alguien decir el famoso “chekuerái”, posiblemente estemos ante situaciones que no se pueden cambiar, en esos casos es bueno hablar sin enojarse y bajarle un cambio de actitud. Si no podés modificar tu entorno es bueno mantener tu mente ocupada únicamente en aquellos asuntos que estén bajo tu control.

La comunicación es fundamental en aquellos casos en los que los detonantes o agravantes del estrés son las propias condiciones ambientales del puesto de trabajo, como la temperatura, la iluminación o el volumen de ciertos sonidos o si tu laburo consiste en atender gente: médicos, choferes, profesores, etc.

Para el manejo del estrés laboral, uno de los mejores consejos es entrenar la mente, con yoga, meditación o técnicas de relajación por medio de la respiración.

El deporte es otro de los grandes aliados en el manejo del estrés laboral. Practicar deporte de modo regular hace liberar endorfinas (una potente hormona antiestrés) y ayuda a descansar mejor por las noches.

El cerebro rinde mejor si le damos un pequeño descanso (aunque sea de un minuto) por cada hora de trabajo. Así que andá por un vaso de agua o un café, te vendrá bien para estirar las piernas y despejar tu mente del estrés.

Duerme

Los expertos recomiendan entre 7 y 8 horas diarias de sueño. La actividad reparadora que el sueño ejerce sobre nuestro cuerpo y nuestra psique es fundamental para empezar bien el día.