Quiero compartir mi historia. Hace un año que estoy enamorada de un hombre con quien intercambiamos correos electrónicos, pero aún nos vimos.

Un día me contó que se estaba separando y entre sus palabras siempre había invitaciones a que nos conociéramos, pero yo las rehuía porque me daba miedo lo que sentía.

Dejé la amistad de lado, pero otra vez por trabajo coincidimos y él siguió este juego. De pronto me llegó un correo de una mujer que decía que era su novia, que le había conocido por internet y le había dado su teléfono y estaban superenamorados. Supuestamente quería ser mi amiga, nunca entendí por qué. Lo que sí supe es que tenía celos de mi relación con él, por el contenido absurdo de su correo, así que con todo mi dolor me aparté.

Le mandé un correo de despedida y él me devolvió otro con su teléfono. A partir de aquel día, los correos eran diarios y me contaba que esta mujer era solo un pasatiempo, que no veía futuro a su lado. Le dije que nunca me llamara y ha cumplido. Meses después siguen juntos. Ella me volvió a mandar un correo con un mensaje clarísimo para que me apartase de él, de eso hace ya dos meses. Lo hice, pero él vuelve siempre a mí, me dice que en la vida hay etapas, que duran más o menos, que se pasan. Yo no le entiendo, no sé qué quiere de mí. Lo peor es que no le olvido, que extraño sus mensajes cuando pasa el tiempo y no los manda.

Me he puesto enferma de verdad. Pierdo peso, el pelo y estoy muy triste. ¿Qué hago? He tratado de distanciarme, pero siempre vuelve y en sus palabras hay puertas abiertas. Un día me dijo que si nos conociéramos, no me escaparía ni con alas. Ese es otro dato. Nunca lo he visto.

RAMONA, DE GUARAMBARÉ, 30 AÑOS.

RESPUESTA: Todo depende de vos. Nadie más que vos puede vivir la vida por vos, pero puede que se trate de una adicción a Internet mezclado con carencias afectivas que a veces no se toma conciencia fácilmente. Sería bueno acercarte a conversar al respecto, tal vez tener un enamorado virtual sea un escape, pero por más que tus sentimientos sean reales date cuenta que hay más de fantasía que necesitas canalizar. Tendrías que analizar tus objetivos, revisar tus proyectos, hacer algo para que la brecha de comunicación no se extienda más de lo que ya está. Hay muchas cosas que puedes hacer si lo deseas antes que obsesionarte con un “don Juan internauta”. El hecho de que no lo conozcas en persona puede que colabore a que se acrecienten tus expectativas con respecto a él, que pueden ser grandes como un globo y desinflarse una vez que lo veas o todo lo contrario.