- TEMPRANO. A los 15 años comenzó como aprendiz en el taller de su tío, quien le enseñó todo lo que sabe y lo convirtió en un capo de la mecánica ligera
El mejor escapista es capiateño, pero no Houdini, sino Carlos Aguilera (48). Su especialidad es la mecánica ligera, fabrica silenciadores y caños de escape para todas marcas de vehículos, vende y coloca los caños que a veces necesitan arreglo cuando se rompen por culpa de algún bache.
El escape es una parte fundamental de todo vehículo. Si funciona bien asegura la vida útil del motor, reduce la contaminación del aire y la del sonido ambiente que suelta en mal estado.
Desde muy joven, a los 15 años comenzó como aprendiz en el taller de su tío, quien le enseñó todo lo que sabe y se convirtió en un capo. Por suerte, laburo no le falta, trabaja de lunes a viernes en el cetro de Asunción en un taller y los sábados en su casa, en km 19,5, a seis cuadras de Ruta 2.
“Trabajo vienen todos los días, cuando tienen problemas en esa parte el vehículo, varios en el día, también se reparan si hay problemas, generalmente hacen un ruidazo”, indicó.
A veces con los baches se rompen, en esos casos también le piden socorro al escapista, que -dependiendo de la gravedad de la avería- se cambia la parte afectada y listo.
Crecer en su rubro
El escapista se sumó a una Aso de Emprendedores AEC, donde se capacita para mejorar el emprendimiento del nivel que sueña tener en su querida Capiatá.
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