Nosotros nos amamos tanto que decidimos casarnos hace un mes, estamos en plena luna de miel y ya empezaron los roces con sus hijos, él era viudo y quedaron niños a su cargo. Nos apresuramos en casarnos, él demasiado quería que ya fuera su señora, me decía que tenía miedo de que le robaran su chica y sin analizar mucho ya nos comprometimos y firmamos el acta de compromiso ante un juez.

Nunca imaginé cómo sería mi vida con hijos, temo luego quedar embarazada, pero él ya me hizo mamá con sus cuatro criaturas y les dijo que me llamen así, pero ellos me dicen madrastra y eso me incomoda. Lo peor es que ellos se dan cuenta de que me molesta, pero me callo porque no sé cómo debo actuar con ellos. No quiero que me vean como la malvada.

A veces siento que quieren acercarse, otras parece que hacen cosas a propósito para molestarme, por ejemplo yo quiero dormir la siesta y ellos ponen música y cosas así sin importancia, pero yo ya me siento mal.

Mi esposo me dijo que les tenga paciencia, que ellos le querían demasiado a su mamá, quien murió en un accidente de tránsito y hasta ahora no pueden superar su ausencia, y yo vengo a ser como la intrusa, aparentemente, pero no quiero que me vean así. ¿Qué puedo hacer?

ELENA, DE YAGUARÓN. 27 AÑOS

RESPUESTA: Primero debes averiguar si les agradás a los niños y quieren estar contigo, si no les gustás, procurá no meterte en su espacio, tendrás que ganarte ese derecho y establecer un vínculo real. Si les gustás y quieren relacionarse contigo, pasa tanto tiempo como puedas con ellos, llévalos al cine, a comer helado, dependiendo de la edad.

Lo ideal es que las relaciones contigo y los hijos de tu esposo sean buenas, pero eso no significa que tomes este paso como que debes tratar de ser “superamiga”. Los niños, aunque no son tuyos deben ser siempre lo primero, y este es el propósito de este paso.

No trates de convertirte en “mami”, a menos que ellos mismos te inviten a actuar como tal. Si estás invadiendo el espacio de los niños y su madre ha fallecido, esto puedes hacerlos rechazarte aun más. Respetá su privacidad.

Evitá darles charlas “personales” a los niños. No te molestes si te llaman por tu primer nombre o “madrastra”, no te pongas triste: necesitan ajustarse. No los fuerces a decirte “mamá”. Programás tiempos que sean solo para ustedes, pero también hay que organizar momentos para disfrutar “en familia”.