“Mujer al volante, peligro constante”, es la frase más usada cuando un arriero ve a una kuña guapa manejando por las calles, pero Carol Nadiuska Rodríguez hace batalla a la frase y cuenta que fue criada en medio de una familia de choferes.
“Mi abuelo fue chofer, también mi papá y mi hermano. Siempre anduve entre ellos, y además me enamoró un chofer de la línea 31”, contaba la choferesa dejando salir una risa por sus antecedentes automovilísticos.
Con 37 años, mamá de 6 hijos y quedando viuda desde hace un año y pico, contó que desde siempre le gustó hacer trabajos como el arriero, hasta incluso estudió para ser herrera y en su tiempo libre se dedica a limpiar baldíos con su desmalezadora.
“Mi papá me suele decir que si me quedaba un poco más en la panza de mi mamá iba a nacer hombre”, contaba entre risas la kuña guapa.
Ella trabaja como choferesa en la parada Nº 62 y resaltó que se lleva muy bien con todos sus compañeros, quienes la respetan y le dan su lugar como una gran trabajadora. Resaltó que sus hijos se sienten orgullosos de la madre que tienen, ya que todos los días sale a las calles para ir a buscar el pan de cada día.
“En mi día libre también trabajo de particular. Llamo a una escribanía para saber si hay papeles que llevar y así trabajo, me apasiona lo que hago y me gusta mucho mi trabajo”, terminó diciendo la valiente kuña guapa.
COMPAÑEROS
Antes de quedar viuda, era compañera de trabajo de su marido con quien estuvo casada durante 21 años.
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