Hola licenciada, soy un hombre joven, me gustan las háka, o sea las mujeres mayores, me gustaría contarle más de mi historia. Necesito ayuda para conseguir alguna mujer que me quiera, a la que le gusten los jóvenes y pueda ayudarme económicamente.

Soy joven, apuesto de 23 años, uso perfil falso para poder encontrar a mi alma gemela, pero no puedo, no encuentro nadie que reúna todas mis condiciones.

Muchas veces me rechazaron, otras veces me dejaban solo por más que yo doy cariño, sinceridad y demás cosas. No encuentro, sí o sí hay mujeres así, lo sé, pero dónde están… llevo más de 4 años -si no es más- buscando, pero no encuentro y si encuentro se alejan después de varios meses de citas. Qué debo de hacer para conservar el amor de una mujer mayor.

Yo entiendo, doctora, que puede sonar brutal la forma en que planteo las cosas, pero hay mujeres casadas que buscan eso, llenar el vacío o lo que sus parejas no saben darles. No es por nada, pero tengo experiencia, solo que me dejan por un motivo u otro, a veces que ni saben por qué. Me podría dar algún consejo, qué debo hacer doctora para enamorar a una cuarentona

AMANTE SOLITARIO, 26 AÑOS

RESPUESTA: A cada mujer se la enamora de manera diferente, ahí está el secreto, descubrir cómo llegar al corazón de la persona que te gusta. Pienso que las mujeres de 40 para arriba están expuestas a muchos prejuicios, algunas dicen que son más fáciles, necesitadas de afecto, más deshinibidas, en realidad todo es relativo.

Actualmente las mayores están en su mejor momento, a principios del siglo pasado serían unas ancianas con arrugas, achaques y cuerpos desgastados, ahora pueden mostrar cuerpos de alto impacto, ya sean naturales o siliconadas.

Cada mujer se comporta de acuerdo a múltiples factores desde ambientales, culturales, incluye educación, valores y qué tan abierta sea su mente para que pueda ver el amor como un intercambio de poder y placeres descartando afectividad.

Cada persona tiene sus intereses y su forma de ver el mundo, replantear si lo que quieres es una pareja estable o solo ofrecer “servicios” al verlas como salvavidas. Sin importar la edad, con seducirlas ya no basta, cada vez son más exigentes, tendrás que ganarte su respeto, afecto y posiblemente su amor si quieres conservarla.