• APUESTAS. Más allá del deporte, hay otra vena que alimenta el latido de esta pasión: los billetes, que aparecen ni bien el primer pique hace puesta en escena

El fútbol es el deporte rey por excelencia. Nadie lo pone en duda. Pero la “fiebre” del “piqui” en nuestro país es innegable, ya que muchos de los seguidores de este apasionante deporte, hacen hasta lo imposible por no perderse los desafíos entre los más “famosos”.

“Vinimos en auto con mi sobrina y un amigo. Ndoroperdeséi la ‘Velo’i’ partido” he’i entusiasmado don Luciano Gaona, quien vino desde su natal Santa Rosa, Misiones, a poco más de 250 kilómetros de la capital.

Como él, tantos otros. Fanáticos de un deporte de barrio que no conoce de puestas en escena en la televisión ni en las páginas deportivas de los diarios. Pero a través de las redes sociales, ganó un espacio único. “Y por el ‘feisbu’ me enteré” comenta don Gaona, quien quiere algún día cumplir el sueño de verlo a “Velo’i” en su cancha.

Las caras suenan conocidas. Hay ambiente de camaradería. La pelota entra en juego y los billetes comienzan a aparecer. No hay un “corredor” que se encargue de las apuestas. Son varios “mano a mano” donde la confianza prima. “150 mil por fulano” dice uno. Salta otro que lo retruca. “Atajá nomás vos la parada” dice el que desafió. Esta escena se repite a lo largo de todas las gradas. Callado nomás. Y en los siguientes doce puntos, la suerte está echada.

Tras el último encuentro, las luces comienzan a perder brillo. Entre las sombras que se dejan ver aparecen unidas la alegría y la rabia de la derrota. Pero al día siguiente, la “magia” del “piqui” ya da revancha. Y este mundo comienza a girar de nuevo. Al ritmo del pique de una pelota.

LOS “GRANDES”

Una forma clara de distinguir a aquellos que ponen “más” a la hora de las apuestas es por cómo anda. Carteritas colgantes y bien “gorditas” lo dicen todo.

CONFIANZA

Las apuestas se “declaran”. Nadie las pone en duda. Si se dice hay 400 mil, eso hay. Al término del partido, el ganador solo lo agarra. No se cuenta.

REPRESENTANTE

Como para que no quede duda de la confianza que tienen por sus jugadores, los representantes son los que más fuerte apuestan, incluso 7 cifras.

PRESENTACIÓN

Los más famosos, aparte de lo que ganen apostando por ellos mismos, llevan una buena plata por presentarse a jugar. En un finde, “salvan” de lujo.

“El Señor Jesús me dio el don de jugar”

Si le decimos que va a jugar De los Santos Melgarejo, capaz que ni lo registre. Pero ese es el nombre verdadero del mejor pelotero de piqui de nuestro país, el conocido “Velo’i”. “Realmente casi nadie me llama por mi nombre, ni siquiera lo conocen mejor dicho jajaja” he’i entre risas.

“Yo empecé a jugar en las canchitas de mi barrio, en Remansito (Ciudad del Este). Practicaba fútbol, pero lo dejé para dedicarme de lleno al piqui. Hace 15 años que juego en forma profesional, se puede vivir tranquilamente de esto” tiró.

“De lo”, como en realidad era su sobrenombre por De los Santos, aunque después “mutó” a “Velo”, dijo que la capacidad de juego que tiene fue un regalo divino del cielo, porque fue “el Señor Jesús quien me dio el don para jugar así. Me gané mi puesto gracias al reconocimiento de la gente” dijo finalmente.