BRASIL. La cárcel “Talavera Bruce”, de Río de Janeiro, tuvo un particular concurso de belleza. Eligieron a la “Miss reclusa” entre las más de 400 mujeres que se encuentran privadas de su libertad en dicho lugar.

Las internas cambiaron sus uniformes por vestidos para participar, también dejaron las zapatillas para ponerse tacos altos, además de peinarse y maquillarse a full.

Una vez que estaban ndirindindín, caminaron por una pasarela que se preparó para el efecto, y recibieron el aplauso de las demás compañeras y algunos familiares que aveí estuvieron presentes.

“En este momento no siento que estoy en prisión”, dijo Michelle Rangel, de 28 años, sentenciada por tráfico de drogas. Ella fue la ganadora del concurso el año pasado y este año tuvo a su cargo entregar su corona.

Pero luego de horas de deliberación, la corona principal fue para Mayana, una mujer condenada a 45 años por formar parte de una banda de chicas que asaltaba y robaba camiones de carga. Mayana se ha declarado “feliz” tras ganar el concurso: “Vi a mi familia y gané la banda”, he’i.

Pero todos se preguntaban qué era el premio, pues nada más y nada menos que un ventilador. Lo que para la gente común sería poca cosa, para las reclusas es lo más, ya que en ese lugar hace un calor infernal y un ventilador es un lujo, además de ayudar a espantar a los mosquitos.

Una ONG y una iglesia evangélica ayudaron en la organización, prestando las ropas y cediendo maquilladoras y peluqueras para el desfile.

AUTOESTIMA

Felices

Hace ya unos años que esta prisión realiza el concurso, con el fin de “reconstruir la autoestima de las presas”, según contó la dire.