- ESTRENO. Con sus ataditos en mano la gente se ubica en su nuevo hogar
Emocionada y sin aún poder creer, María Esther Giménez, una de las beneficiadas con la nueva casa en el barrio San Francisco, desde hoy podrá disfrutar con sus hijas de la casita tan anhelada. Ella había dejado la ciudad de Paraguarí para instalarse en la capital y trabajó como empleada doméstica por mucho tiempo.
“Cuando vi que estaba mi nombre en la lista ahí recién creí porque uno hoy en día ya no cree en nada y tenía miedo de que salga de mi casa y después me quede con nada y no voy a poder pagar un alquiler”, dijo María Esther.
Siendo madre de tres hijas, de 25, 23, 21 años, contó que desde hace días les pide que se junten sus pertenencias en una bolsa para la mudanza y empezar la nueva etapa en la nueva casa.
“Justo le dije a mis hijas que vayan juntando ya de a poco nuestras cosas en bolsas, que pongan su nombre para saber de quién es, es un milagro de Dios, solo con Dios uno puede lograr estas cosas”, terminó diciendo la beneficiada.
De ser un simple anhelo, hoy miles de familias paraguayas dejarán las precarias casas construidas con cartón y madera terciada, hogares que desaparecían con la crecida del río.
Bolsas de hule, cartones, bolsones hasta incluso las cajas de madera son útiles para que las familias junten lo poco que tienen dentro de sus precarias casas y digan un hasta nunca al lugar donde vivieron varios años de vida pasando lamentaciones y sintiéndose como los olvidados por el Gobierno. Está historia desde hoy solo será un mal recuerdo para el corazón.
Emocionados, con la piel de gallina y dejando salir algunas lágrimas de sus rostros de lucha es como se les puede describir a cada familia beneficiada con el barrio modelo de Asunción, Zeballos Cué.
MUDANZA
Varias familias desde hoy ya empezaron a instalarse en sus nuevas casas dejando de lado a sus viejas casitas.
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