El calor del fin de semana fue insoportable, llegando incluso a los 37 y 38 grados, según los datos de la Dirección de Meteorología. Uno de los lugares donde más se siente el calor es en las cárceles, por el aglutinamiento masivo de reclusos. En el Buen Pastor, las chicas hacen de todo para aguantar el hakuvo, desde tomar litros y litros de agua, hasta dormir con toallita mojada.

“Como todos afuera, ellas también sufren mucho el calor, solo que por el hacinamiento sienten más, porque no es lo mismo dormir sola que con una decena de personas”, aseguró la directora Ana Dina Coronel. Comentó que hay algunas que tienen sus aires acondicionados, otras tienen ventiladores, y algunas ya están pidiendo meter los aparatos.

“Hay chicas que instalaron sus acondicionadores de aire antes de que salga la resolución que prohíbe la introducción de artefactos electrónicos, que está vigente desde el 2015. Entonces no se permiten más ingresar aires, pero sí ventiladores por una cuestión humana”, relató la directora.