En el barrio lo llaman “Highlander, el inmortal” o simplemente “el hombre del más allá”. La historia que cuenta don Eusebio Sarabia (59) –un plomero de la zona de Fernando de la Mora– es algo increíble, y más todavía cuando sus vecinos y amigos dan fe de lo que dice.

El don he’i que ya murió ¡en tres ocasiones! y que volvió del más allá. “Dios quiere que siga aquí”, dijo. Comentó que hace varios años en un hospital público “oficialmente” perdió la vida a causa de una meningitis.

“Hasta el acta de defunción y todo firmó el médico. Un pa’i fue a dar fuerzas a mis familiares”, agregó. “Esa fue la primera vez. Reviví una hora después ante el asombro de todos. Ni los doctores creían lo que sucedió”, he’i.

“Lo mismo me pasó hace un año, pero esta vez morí en mi casa de un paro cardiaco. Me llevaron al hospital y volví nuevamente de la muerte. Meses después lo mismo. Tres veces me pasó esto. Todos aquí son testigos. A mí no me quedan dudas que Dios tiene algo para mi vida”, tiró.

Don Eusebio se emociona cada vez que recuerda todo lo que le pasó. Con una voz fuerte asegura que hay vida después de la muerte. “Categórico. Yo soy testigo de eso, fui a la otra vida y volví”, dijo.

“Mi alma salió de mi cuerpo”

Don Eusebio no titubea al contar cómo es en el más allá. Aseguró que pese a estar muerto, presenció todo lo que ocurría ya que se “despegó” de su cuerpo. “Vi llorando a mi mamá encima de mi cuerpo tapado con la sábana blanca. Mi alma salió de mi cuerpo” aseguró. Y además, refuerza su historia afirmando que “esa primera vez que morí, era el 15 años de mi sobrina –que ahora es médica– en Ciudad del Este. La noticia de que fallecí llegó hasta allá y ella no quiso bailar el vals con su papá. Yo presencié todo eso porque podía trasladarme a velocidad más rápido que la vista de un lugar para otro”.

“Hicimos colectas para el cajón y preparamos todo para su velorio”

“La primera vez que le pasó esto en el barrio corrió la voz de su muerte. Todos sus amigos hicimos colectas para el cajón y ya preparamos todo para su velorio, pero luego recibimos la noticia que revivió”, afirma don Rubén Villalba, vecino de don Eusebio. “No lo podíamos creer. Ahora hace un año por ahí volvió a pasar eso con él”, dijo.

“El hombre del más allá” comentó que tiene un sinfín de anécdotas pintorescas en torno a este tema de “chulear” a la muerte. “Ya cuando volví a mi casa, la gente llegaba a preguntar a qué hora sería el rezo en mi memoria, y yo salía de repente y se quedaban mudos (risas). Recuerdo también que un amigo de otro barrio se quedó con la noticia de que yo morí. Unos años después le encontré en la calle, fui a saludarle y de tanto que se sorprendió no me pudo hablar”, he’i.

Un don que Dios le regaló

“Dios me mandó de vuelta. A la muerte ya no le tengo miedo”, dijo don Eusebio, quien agregó que de todo esto quedó algo especial en él y que la llama un don que Dios le regaló. “Yo en oportunidades puedo saber lo que va a pasar. Quedé con ese don que Dios me dio. Tengo una visión increíble”, comentó. “Pero que quede claro que yo no saco ni voy a sacar provecho de eso, no me interesa eso”, finalizó.