EL NEGOCIO DEL MOMENTO. La crecida les terminó dando una fuente de dinero por varios días a varios “rebuscadores”

MUY RENTABLE. Trabajan desde que salen los primeros rayos del sol hasta que cae la noche llevando todo lo que puedan rescatar del agua antes que sea peor

IDA Y VUELTA

Sin parar van y vienen durante todo el día. Ellos ingresan a sitios en donde ya nadie quiere transitar, en donde miles de sueños son nuevamente sumergidos en una crecida repentina del río que los obliga otra vez a salir de sus hogares.

Los motocarros dejaron por momentos de lado las cajas de verdura para cargar con pesados roperos, heladeras, camas y todo objeto que pueda caber en la pequeña carrocería. Nada los detiene porque de estas personas dependen varias familias que desean rescatar sus pertenencias antes que las frías aguas y los espesos camalotales se adueñen completamente del sitio.

Don César Acosta es uno de los que están trabajando como fletero de los inundados. “Vamos y venimos durante todo el día. La gente recurre a nosotros porque es más accesible el costo, solo 80.000 guaraníes por viaje para las mudanzas y 2.000 nomás a las personas que se manejan caminando, porque los buses no entran más a esta zona” he’i.

Están contrarreloj y contra la crecida, pues con cada minuto que pierden el agua avanza y el tiempo vale dinero. Se debe movilizar con cuidado para no destruir las cosas ajenas, conocen cada pozo oculto bajo los charcos en su camino. De la nada coparon un negocio que los “inunda” de trabajo y que rápidamente salió a flote.

También ofrecen su servicio los que son “tracción a sangre”, como los carriteros y sus caballos que se suman al trajinar diario. Ellos solo cobran 50.000 el viaje, ya que los camiones y camionetas rondan 100 mil para arriba por cada vuelta.

80.000 guaraníes

Es lo que cobran por el servicio de fletes las motocargas. Así tienen en condiciones las motos.

8 viajes

Es lo que algunos hacen normalmente por día, atendiendo al gran movimiento que hay ahora.

Están trabajando organizados, así todos pueden ganar alguito

“Aquí nadie se pelea por los clientes. Trabajamos todos, nos ayudamos todos. No podemos perder tiempo en discusiones de quién le lleva a quién. Los llevamos seguros y no les exponemos a sufrir alguna caída”, comentó César.

“Muchos te quieren pagar lo que a ellos les parece que tiene que ser el precio, pero nosotros gastamos mucho dinero para dejar en condiciones las motos. Mantenimiento diario, cambio de repuestos porque entramos a muchas partes en donde hay agua y barro. Por sobre todo cuidamos el motor para que no se funda y no abusamos en la carga”, finalizó.

MUCHO RIESGO

“Si no cargás bien las cosas, podés terminar volcando en medio del recorrido, por eso la importancia de hacer con calma”, he’i.

PELIGROS

“Desde viviendas que aún siguen con corrientes eléctricas, hasta todo tipo de alimañas que trae el río solemos encontrar”, agregó.