Un champión, un par de zapatillas de color rosado, tres relojes, dos focos y ¡hasta un control remoto! fueron las cosas incautadas de un karai conocido como “El terror de Trinidad”, pillado gracias a que cuando ingresó a una casa quedó de frenteite a una cámara del circuito cerrado.
Se trata de Carlos Ernesto Aguiar Amarilla, que en uno de sus últimos “trabajos”, en una casa del barrio, ingresó sin imaginarse que sería una onda “estrella de televisión”, ya que salió hasta en los noticieros del interior del país gracias a la filmación.
El mondaha, conocido como “Carlitos”, también tenía un autorradio y más objetos de valor al ser aprehendido. Como “costumbre” tenía dar “golpes” y rajar en medio de la oscuridad. Pero, esta vez, dejó su “bello rostro” en un primer plano inconfundible.
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