FOTO: GEMELAS. Crecieron entre hermanos bomberos, hoy ellas siguen sus pasos.

TODITOS. Una madre, sus hijos y entre ellos unas gemelas

VALOR Y SERVICIO. Llevan años abrazando esta vocación de ayudar a los demás

Según dicen, bombero no se hace sino que se nace, y en este caso, al parecer el gen bomberil estaba bien presente, ya que toda una familia se lanzó al servicio de la comunidad vistiendo el uniforme de bombero.

Todo inició hacia el año 2000, cuando el mayor de los hermanos Luizzi se recibió como bombero de la 2.ª compañía de Trinidad. Esta vocación encendió la llama del servicio al prójimo en otros miembros de la familia, sus hermanos Isidro, Carlos e incluso su madre, Catalina Agüero de Luizzi. Quedaban las gemelas, Catalina y Trinidad, quienes también terminaron abrazando el uniforme para seguir los pasos de los hermanos.

Catalina (una de las gemelas) contó a Crónica que desde que su hermano mayor entró en ese mundo “comenzamos a ir al cuartel y nos dijimos que eso era algo que también haríamos juntas con Trinidad, y fue así que fuimos creciendo hasta que un día nos recibimos como bomberas cuando cumplimos la mayoría de edad. Todos mis hermanos mayores también son voluntarios, es algo difícil de explicar lo que se siente, estamos detrás de esto desde que teníamos 6 años”.

Agregó que es algo que llevan en la sangre, “el sentir, la emoción y la adrenalina al tripular los vehículos de emergencias, el ruido de las sirenas, los vehículos abriéndose al paso de los camiones.

La satisfacción de asistir a aquellas personas que por algún motivo cayeron en desgracia, ya sea en algún incendio o accidente y brindarles esa asistencia que en esos momentos están necesitando, es una sensación única. El cumplir al pie de la letra aquel juramento de dar nuestra vida si fuere necesario”.

SIEMPRE JUNTAS

En los días de guardia o en cualquier actividad las hermanas no se separan. Desde el día en que nacieron existe ese lazo fuerte entre ambas.

La mamá es bombera protectora

El ver cómo sus hijos se involucraban en esta vocación de servir al prójimo sin recibir nada a cambio, hizo que la señora Catalina Agüero de Luizzi, la mamá de los bomberos, termine formando también parte de la 2.ª compañía como bombera protectora. Desde hace 17 años ininterrumpidos apoya el crecimiento tanto de sus hijos como el del cuartel.