El ambiente en Luqueño no fue el mejor después del partido ante Capiatá. Además que golpeó fuerte el resultado en sí, en lo futbolístico el equipo de Javier Sanguinetti mostró poco, comparado a lo que fue su debut en el torneo.

Encima, un hecho curioso y polémico tuvo como protagonista a Bernardo Medina, portero del Auriazul. “Pido disculpas al árbitro por lo que hice y ese gesto, pero que no maltrate a los jugadores”, le bajó Medina a la 780 AM.

El portero se tomó con Marcos Galeano, pito del encuentro. Le hizo una seña de que era un vendido y comió la doble amonestación, que derivó en su expulsión obviamente. “Muchas cosas pasaron, el árbitro vio otra cosa en el penal y ahí empezó todo, le pedí al árbitro que vea la pelota, que no estaba en el punto penal y ahí luego ya me amonestó, me dijo muchas cosas, se tomó conmigo” he’i.

Inesperadamente, el “Kure” se comió cuatro y preocupó a más de uno en la “República”. Para colmo, no podrá contar con su portero titular de cara al próximo