• ADMIRADO. Muchos conocen de su gran labor y es admirado por jóvenes y adultos

Con una sonrisa en el rostro y una amabilidad que lo caracteriza, Nicanor Gauto saluda a sus conocidos que pasan frente a su casa mientras él, con su querida máquina de coser, trabaja lentamente para terminar sus quehaceres.

Con 86 años, don “Nica”, como lo conocen sus clientes, contó que lleva 70 años trabajando como sastre. He’i que la mayoría de sus clientes son y llegaron a ser ministros, fiscales o diputados y gente que hasta hoy día suele pasar a saludarlo. Es más, algunos de ellos le siguen dando trabajo.

“Nunca me faltó cliente, a Dios gracias siempre tuve trabajo y con mi señora, que ya falleció, trabajábamos codo a codo. Desde que ella partió mi máquina de coser es mi fiel compañera”, contaba el hombre con la voz serena y empapada de nostalgia.

Mirando a su antigua máquina y su plancha, que tiene más de 40 años, resaltó que su amor por la sastrería empezó cuando tenía cerca de los 10 años. En su primer trabajo hizo de limpiador en un local de sastres. Allí, el propio dueño le había preguntado si le interesaba el trabajo. Sin dudar, él aprovechó la ocasión y empezó a trabajar.

“Un año me fui al cuartel, en el Chaco. Volví de allá y enseguida ya empecé a trabajar como sastre. Estaba en un negocio al principio, pero después me independicé solito. Ganaba 4 guaraníes al día, que era mucha plata, se mantenía bien uno con eso”, decía don “Nica” mientras acomodaba algunos de sus hilos.

Resaltó que su compañía diaria, aparte de sus telas, sus hijos y las incontables agujas, es su pequeña radio en la cual escucha sin cansarse polca, otras veces tango pero siempre está acompañado de un buen ritmo.

DOMICILIO

Don “Nica” tiene su casa sobre la avenida General Santos entre Azara y Herrera del barrio Bernardino Caballero. Él es muy conocido y admirado por sus vecinos por la valentía y el ejemplo de seguir trabajando, a pesar de los años.