ÑEMBY. La tensión entre los feligreses en la ciudad de Ñemby y los responsables de la parroquia San Lorenzo de esa ciudad va en aumento, ya que los devotos hacen guardia para cuidar a la Virgen de Caacupé y algunos llevan la medida de protesta al extremo. Desde el miércoles, Hugo Céspedes inició una huelga de hambre y asegura que va a levantarla hasta que la imagen de la Virgen de Caacupé vuelve a su lugar, a la gruta hoy demolida.

“Desde el miércoles cuando me quedé dentro de la casa parroquial empece mi huelga de hambre, y no voy a dejar hasta que todo se resuelva”, dijo Hugo. Resaltó que cerca de las 19:00 horas decidió salir de la casa parroquial donde se encontraba, ya que temía por su vida ante los gestos que supuestamente le hacía el vicario de la parroquia. “El vicario apagó el ventilador donde yo estaba y cuando me fui a prender otra vez me dijo que era un desobediente. Yo seguiré con la medida y solo tomo agua ahora”, contaba Hugo.

Con voz firme he’i que dará lo que sea para que la Virgen de Caacupé vuelva al lugar de donde fue sacada y que la angustia y tristeza se perciben. Muchos hacen presentes en el lugar, vienen a verla y a encomendarse a ella, a pesar de lo sucedido. “En noviembre del año pasado ya hemos solicitado a la Conferencia Episcopal Paraguaya para que se intervenga la parroquia, mencionando las irregularidades. Hasta la fecha no hubo respuesta y voy a seguir con esto”, terminó diciendo don Hugo.

LISTÓN

Cada uno de los feligreses llevan un listón negro en señal de luto, ya que aseguran que han matado la esperanza y la confianza de la feligresía.