• ESTADOS UNIDOS. January Neatherlin (32 años) vive de su cuerpo, todo el día entrena e incluso formó parte de varias competencias fit.

A la par, maneja una guardería, donde los padre llevan a sus chicos para que los cuiden mientras que ellos trabajan. La guardería de January era una de las más conocidas del lugar, además llevaba ya hace más de 5 años trabajando con los pequeñitos.

Pero la cuerona se habría peleado con su novio, y el tipo fue a denunciarla ante la Policía por ndaje abandonar a los niños a su suerte, mientras ella asistía al gimnasio a entrenar. A raíz de esa denuncia, los policías empezaron a investigarla.

Una de las órdenes que cada padre tenía al ingresar a sus hijos a Little Giggles Daycare era que no podían recogerlos entre las 11 am. y las 2 pm. “Es la hora de su siesta”, los convencía la atlética mujer. Sonaba lógico. Aunque detrás de esa petición se escondía una horrible experiencia para los menores.

La mujer drogaba a los niños para que duerman la siesta y así ella entrenar tranquila, incluso un bebé fue llevado una vez al hospital porque tenía heridas en la cabeza, otro tuvo quemaduras internas debido a que le dieron leche muy caliente.

Dijo que era enfermera pero mintió, y ahora fue sentenciada a 21 años y cuatro meses de cárcel luego de haber sido encontrada culpable por haber administrado un centro de cuidado ilegal en el cual puso en peligro la vida de por lo menos una docena de pequeños.