Después de mucho tiempo de relación, mirás a tu pareja y comprobás que aquel intenso amor que sentías se ha transformado en una mezcla de complicidad y cariño. Sí, el enamoramiento químico y delirante de los primeros meses no puede durar mucho y suele transformarse en un amor más maduro y sereno. Pero hay señales muy claras que indican que lo que sentís no es ni una cosa ni la otra. Que sencillamente dejaste de amarle. Y estas son las seis más evidentes:
–Apatía
Hay etapas donde la apatía que sentimos proviene de otros rincones de nuestra vida: vacío existencial, deriva profesional, depresión o incluso enfermedades físicas. Pero si tu estado natural en la relación es indiferencia lo que tu pareja hace o dice, o hacia los planes que podrían hacer juntos, es muy probable que ya no estés enamorado. El interés es clave.
–Distancia
Tener ganas de llegar a casa para reencontrarte con tu pareja, soltarle un abrazo y charlar es fundamental en una relación. Si te da igual la distancia o el tiempo que les separa, porque de hecho estás mejor solo, la respuesta la llevas tatuada en la frente.
–Intimidad
El sexo salvaje de los inicios del romance es inevitable. Pero bien distinto es que hayas llegado a tal grado de desidia sexual que no te importe pasar días y días sin sexo. O que incluso preferís no hacerlo. Quiere decir que le querés, le valorás, es tu mejor amigo, pero ya no le amas.
–Atención
El cuidado y la curiosidad que sentimos hacia nuestra pareja es clave para descubrir si seguimos o no enamorados. Preocuparnos por cómo se siente, interesarnos por su felicidad, atender los pequeños detalles. Si tu cabeza está puesta siempre solo en vos o en cualquier otro sitio salvo en tu pareja, la cosa está bastante clara.
–Valor
Cuando estás enamorado valorás muchísimo a tu pareja. Sentís que tuviste una suerte infinita al encontrarlo. Pero si no estás enamorado, probablemente sentís que solo es un pez más en el mar.
–Respeto
Hasta ahora siempre habías escuchado con atención y valorado la opinión de tu pareja. Porque te importaba y querías construir algo. Pero ahora afrontás las discusiones y el día a día desde el ego y la dejadez. El respeto se diluye poco a poco. La razón es simple: tu pareja ya no te importa lo suficiente, tu relación ya no te importa lo suficiente. Y mejor darse cuenta a tiempo.
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