BUENOS AIRES. Luego que el jefe de Gabinete de curepilandia revelara cuánto es lo que el Estado les paga a los pa’i ashá, con salarios que iban hasta los 2 mil dólares, se armó un revuelo de aquellos.
Ahora, uno de los que más platita tocaba, Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, salió al paso del montón de comentarios que se generaron en torno al caso y dijo que sin ese aporte sería imposible sostener a la Iglesia Católica.
He’i que las limosnas que dejan los fieles son “miserables” y que, además, tiene que darles mensualmente parte de lo que cobra a otros sacerdotes que no tocan un peso. Reconoció además que el mismo tiene “unos gastos” que son salvados gracias a esta plata que se recibe desde el Estado.
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