Luego de una jornada de trabajo, un arriero llegó a su casa dispuesto a bajarle una cervecita y mirar la tele. Pero, al encender el aparato en su casa en la ciudad rusa de Ufán, descubrió que su esposa es una prostituta.
Gracias a un reportaje de un noticiero sobre una redada policial, el marido, que se dedica a los negocios, descubrió que la profesión de su “media naranja” no era la que él pensaba.
Los trabajos nocturnos a lo que ella iba eran “niñera”. Jamás se imaginó qué tipo de “nenes” eran los que “cuidaba”. Vio en vivo cómo la policía detenía a su esposa, María Lusnikova, por prostituirse en un burdel.
Comentarios