Tienen la posibilidad de recorrer el país entero, y así también conocer otras naciones, paisajes únicos que solo se pueden apreciar a lo largo de la carretera. Los camioneros o señores de la ruta, conocedores de miles de historias y experiencias que van adquiriendo con cada kilómetro recorrido, pagan un alto precio, vivir lejos de la familia durante semanas, hasta inclusive meses.

Antonio García es de la cuidad de Ñemby. Lleva gran parte de su vida manejando. “Antes era chofer de buses, pero la paga era poca. Un día me ofrecieron manejar un camión, llevando granos a los distintos silos que se encuentran en el país. Y así empecé. Ya recorrí casi todas nuestras rutas”, comienza relatando sobre lo que es una vida detrás del volante.

He’i que “hubo ocasiones en donde el mal camino nos atrapaba después de una lluvia y nos quedábamos durante varios días sin poder irnos a ningún lado. En ocasiones improvisamos para cocinar, hacer fuego, nos arreglamos como podemos con altas temperaturas o noches con lluvia y frío”, asegura.

Eso sí, el gran enemigo en nuestro país, por lo general, es “la tierra colorada. Una vez quedamos trancados en el Chaco durante dos semanas en el barro. Y después de varios días tuvimos la ayuda de algunos colonos que con sus tractores nos liberaban del lodo. Esas experiencias son terribles. En especial cuando extrañas a tus seres queridos”.