• Vivía feliz con su esposa e hija, hasta que pilló que le metían los cuernos. Perdonó todo, pero le marcó de por vida, ya que no confía más en nadie

Mi vida está llena de contradicciones y amargura, a veces me siento desorientado pero resisto porque tengo la esperanza de que algún día volveré a reencontrarme con mis dos amores. La verdad de las cosas es que mi ex me abandonó, me cambió por otro, hasta puso una demanda en mi contra por coacción sexual y violencia doméstica. Estuve privado de mi libertad por un tiempo y ella se borró del mapa con mi hija. La criatura no tiene la culpa de nada, pero lastimosamente por un malentendido nos separamos.

Hace un año que ya no las veo, pero daría mi vida por encontrarlas de nuevo. Yo ya olvidé el pasado, pero aún la amo.

Un día salí para trabajar y le dije a mi ex que volvería tarde, pero cómo son las cosas cuando el diablo mete la cola. Justo terminé temprano y al llegar a casa me encuentro a otro tipo en nuestra cama con ella y mi hijita al lado de ellos.

Mi peor pecado fue sacarlos desnudos a los dos a la calle y yo le tomé en brazos a mi hija y me fui a la casa de mi tía, donde nos quedamos a dormir. Al día siguiente la llevé a mi hija junto a su pediatra y al entrar al hospital me ataja un policía y me dice que tiene una orden de captura en mi contra por coacción sexual, violencia doméstica y me llevó preso. Es una cosa que ni quiero recordar, pero yo perdoné ese error de ella. Lo único que quiero es volver a ver a mi pequeña.

Y a pesar de toda mi mala experiencia en el amor, me volví a acompañar, pero no puedo confiar en ella a pesar de que me da todo. No te voy a negar que yo la maltrato, pero solamente en palabras, nunca le toqué un solo dedo, y me doy cuenta que hago mal pero no sé qué hacer.

SERGIO, DE ASUNCIÓN, 32 AÑOS

RESPUESTA: Hay mucho dolor y sufrimiento en tu historia, sería bueno que tomaras la decisión de hacer terapia para restablecer el orden de tus emociones. Aprender de nuevo a relacionarte con tu entorno para darte cuenta en qué momentos reaccionás y hacés daño con la agresividad que te nace. Necesitás controlar las emociones, para que te permitas expresar tus deseos, necesidades, enojos pero sin violencia. Si no empiezas hoy siempre estarás en ese círculo de peleas y enojos con tu pareja, hasta corrés el riesgo de repetir la misma situación de maltrato en las próximas relaciones. Cualquier tipo de agresión no solo física sino también el verbal, psicológica, sexual, económica tienen castigo por la Justicia y deben ser denunciadas. Si no puedes cambiar solo es hora de dar el primer paso y buscar esa ayuda que tanta falta te hace para ser feliz.