• ESMERO. “Trabajo para costear los tratamientos que necesito”, dijo

Sus manos engrasadas y sucias demuestran la pasión y el amor que le pone a lo que hace. Desde los 10 años su mundo gira alrededor de tuercas, aceites, tornillos. A las múltiples herramientas que utiliza, Benja –como le dicen todos en el barrio Maristas, de Coronel Oviedo– le agregó una más: su silla de ruedas.

Las ganas de salir adelante, pese a los obstáculos de la vida, son una realidad que él comprende muy bien, pues, sin importarle lo que le pasó, se dedica al oficio que aprendió desde pequeño: la mecánica. Benjamín Palacios tiene 18 años y va para delante. Toma las experiencias de vida como un impulso para intentar cambiar su presente, su futuro.

“Mi trabajo lo hago con amor y esmero. Desde los 10 años que estoy en el taller. Aquí aprendí todo y estoy muy agradecido con mi jefe y compañeros que siempre me brindan su apoyo”, dijo. “Yo los obstáculos los tomo como motivación para seguir luchando. Yo superé lo que me pasó y hago lo que me gusta”, dijo el joven.

El mismo se refiere a lo que le pasó el 13 de julio del 2014, un día que Benja no olvidará jamás. “Ya van  a ser 4 años que estoy en silla de ruedas luego que una camioneta me chocara. Por suerte el que conducía se hizo cargo de todo, le estoy muy agradecido también”, agregó.

“Estuve en terapia como 2 meses. Mi cabeza golpeé muy fuerte por el asfalto, y los tendones de mis piernas se endurecieron todo”, explicó. “Ni bien me recuperé completamente vine a trabajar. Trabajo para ayudar a mi familia y para costear los tratamientos que necesito. Por eso lucho día a día”, finalizó.

“Algún día voy a volver a caminar”, he’i Benja

“Los doctores me dijeron que es un milagro que siga vivo”, comentó Benja. El joven divide su tiempo entre el trabajo y sus estudios. “Por las noches voy al colegio. Mi meta es ir a la Facultad y prepararme para lo que se viene”, explicó.

“Yo veo a mi papá y mamá sacrificarse, por qué no hacerlo yo por ellos. Y más aún haciendo lo que me gusta. Lo que me pasó no es impedimento para trabajar, cuesta un poco más, pero lo hacemos”, agregó el guapo joven. “Hay un refrán que dice que la ‘esperanza es lo último que se pierde’. A mí los doctores me dijeron que con tratamiento y fisioterapia podría volver a caminar. Y yo no tengo dudas de eso, algún día voy a volver a caminar”, finalizó.

Su jefe afirma que Benja es “es un ejemplo para muchos”

Carlos Sosa, dueño del taller donde trabaja Benja, comentó que el joven “es un ejemplo para muchos. Es un profesional en mecánica. Lastimosamente tubo un accidente que lo dejó discapacitado, pero eso no le impide seguir trabajando y ganarse su propio dinero con honestidad y transparencia”, dijo.

“Es un enorme ejemplo para esas personas que cuentan con salud y viven robando, estafando o mendigando por ahí y todo por no querer trabajar. No hay nada más bello y saludable que gozar de las cosas que lo obtuviste con sudor”.