Llega un momento de nuestras vidas en el que el proceso de desgaste de nuestros órganos visuales comienza a hacerse cada vez más evidentes, y muchas veces sufrimos las consecuencias de no haber hecho controles periódicos, debiendo afrontar procesos más complejos de lo que hubieran sido si hubiéramos detectado y tratado el problema a tiempo.

Cuando hablamos de salud ocular en adultos mayores, existen numerosos tipos de enfermedades a las que estamos expuestos. Tres de ellas son las que tienen una mayor incidencia en esta población. Estas son cataratas, retinopatía diabética, glaucoma.

La catarata es una enfermedad que es la principal causa de ceguera prevenible en el país y en el mundo, ocupa el primer lugar en cuanto a incidencia cuando hablamos de adultos mayores, ya que afecta a un alto porcentaje de ellos.

“Es que la misma está estrechamente relacionada con el proceso general de envejecimiento del cuerpo, del cual nuestra área visual no está exenta”, sostiene el doctor José Ocampos, oftalmólogo general de Fundación Visión.

“El cristalino de nuestros ojos comienza a opacificarse, en mayor o menor medida. Este cristalino es como el lente de una cámara de fotografía, pero en nuestro cuerpo. Cuando este lente se va poniendo opaco, vamos perdiendo progresivamente la visión hasta llegar a casos de ceguera si es que no se afronta el tema en tiempo y forma”, explicó.

SEÑALES DE ALERTA

Cuando el paciente se da cuenta de que su visión no es la misma y comienza a ver en forma borrosa, esta puede ser una de las  primeras señales de catarata. En tal caso se debe consultar con un especialista.