“Dermatitis atópica, un picor que irrita”, es el tema que los médicos abordaron durante la semana de la alergia. Es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel que se caracteriza por aparición de prurito e inflamación cutánea; generalmente existe una predisposición genética a padecer esta dolencia y la piel del paciente que la padece no cumple correctamente su función de barrera. Se manifiesta en forma de brotes con periodos de remisión y se puede presentar a cualquier edad, siendo más frecuente en niños, pero también presentarse por primera vez en la edad adulta afectando a un 3 -30% de la población pediátrica y 1-, 10% de la población adulta.

La doctora Perla Alcaraz, del Hospital de Clínicas, comentó sobre diferentes aspectos de la dermatitis atópica, su incidencia, prevalencia, formas de presentación, diagnóstico y tratamiento, a fin de que el paciente reconozca la enfermedad y acuda al especialista.

“Lastimosamente es una patología que no tiene cura, pero se mantiene y se trata. El objetivo es que el paciente tenga la mejor calidad de vida posible, la menor cantidad de días con enfermedad y con pocos síntomas”, apuntó la alergista.

En casos leves

Actúan sobre la sequedad de la piel, recuperando la hidratación cutánea. Los tratamientos de forma tópica o local que es lo más frecuente, así como en forma sistémica (oral o parenteral), cuando los casos son más graves y severos.