EJEMPLO. Además de ser una gran laburadora en su taller, también es una excelente madre y siempre está al cuidado de sus hijos
Con tenaza y destornillador es como Evelia Benítez empieza a sacar el tapizado de los asientos para autos, los cuales debe remendar en caso que sea necesario o sino los hace todo de nuevo y así dejarlos de paquete.
En su taller suena música de The Rolling Stones. Allí, ella y sus ayudantes, todos varones, reciben a diario gran cantidad de pedidos de todo tipo. “Hace tiempo que empecé a trabajar como tapicera, cuando me inicié no entendía nada, me iba a comprar los materiales y me daban todo mal porque no sabía diferenciar, pero ahora ya soy toda una experta”, contó la doña.
Siendo una señora de las cuatro décadas, mamá de tres hijos y viendo siempre el lado bueno de todo, contó que anteriormente trabajaba como doméstica en casas de familias, pero luego de que su marido quedó sin trabajo le propuso abrir su propio negocio y así empezar una nueva vida laboral.
Sin ninguna experiencia en el tema y para apoyar a su marido, codo a codo aprendió la profesión ya que tuvo un buen maestro, quien en medio de la exigencia y llamándole la atención ante alguna falta, le ayudó a convertirse en toda una experta en tapizados, incluso es la única prácticamente en el rubro, según afirma.
“Muchas veces me mandaba otra vez a cambiar lo que le traía mal y me tenía que ir, qué iba a hacer, a veces ya le retaba también de la rabia (risas), pero ahora todo ya es diferente”, comentó Evelia, quien también tiene como compañero de trabajo a su hijo mayor, que aprendió todo de sus grandes padres. “De esto vivimos, hay trabajo, muchas veces se sorprenden cuando me ven haciendo, pero ya se acostumbran después”, terminó diciendo Evelia.
8 AÑOS
Es el tiempo que Evelia lleva en la profesión y hoy es toda una experta en la materia.
LOCAL
El local queda sobre la avenida República Argentina entre Osvaldo Kallsen y Ecuador, a pocas cuadras de la Terminal de Ómnibus de Asunción
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