ARGENTINA. El padre Justo Ilarraz fue condenado a 25 años de prisión efectiva por abuso y corrupción de menores contra niños de entre 10 y 14 años, mientras se desempeñaba como preceptor en el seminario arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo de Paraná, entre 1985 y 1993.
En tanto, fue declarado culpable de abuso deshonesto agravado por ser encargado de la educación de las otras dos víctimas que lo denunciaron y testimoniaron en el juicio, quienes hoy tienen cerca de 40 años. Ilarraz se retiró con custodia policial y sin hacer declaraciones.
Comentarios