MÉXICO. Una mujer de nombre Gloria, de 37 años, llegó al hospital pidiendo socorro a los doctores porque, dijo, estaba embarazada, tenía dolores intensos en el vientre, el bebé no se movía y tal vez necesitaba un aborto.
En una primera revisión los médicos no pudieron detectar los latidos del bebé, de modo que le practicaron unas radiografías y encontraron “bultos extraños” que no pudieron identificar.
La operaron y los cirujanos pudieron descubrir que en su vagina la mujer tenía aproximadamente un kilo de marihuana.
La droga estaba envuelta en pequeños envoltorios de cinta canela y todavía con tierra y basura, lo que hizo presumir que la yerba había sido recién cosechada.
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