INGLATERRA. Un gerente de aviación y su mujer pasaron una semana sin saber que eran millonarios. Habían jugado a la lotería, y ella guardó el billete en su cartera y ni se acordó de controlar con los números cantados. El boleto tenía un pozo de 21 millones de libras esterlinas que fueron acreditados a su esposa, Donna de 48 años, quien compró el boleto.
David Stickley, de 58 años, se dedica a llenar los tanques de los aviones en el aeropuerto de Badvock y ahora celebra el increíble hallazgo. Donna siempre compró los mismos números.
“El sábado pasado, ella me llamó al trabajo y todo lo que pude escuchar fue una respiración entrecortada, como si algo estuviera mal, estaba muy nerviosa. Solo atinó a decir que me pusiera en contacto con la lotería Camelot, porque habíamos ganado algo”, contó David.
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