• VARIOS DEVOTOS. Desde hace tiempo el “santo” goza de gran popularidad en varias zonas del país
• ATENTI. El asesinato de una abuelita cometido aparentemente luego de un pacto que el principal acusado le habría hecho “San La” despertó algunas inquietudes

Pedro Juan Caballero. El asesinato de doña Juana, de 84 años, cometido aparentemente por un pacto que el principal acusado (nieto de la abuelita) le habría hecho al santo pagano San La Muerte, despertó algunas inquietudes relacionadas con los atributos, la veneración –incluso de muchos cristianos– y los rasgos de un culto del que no se conoce mucho.

Desde hace tiempo, el “santo” goza de gran popularidad en varias zonas del país. Para los creyentes, sus imágenes sirven de amuleto, de realizar milagros. A San La Muerte muchos cristianos lo invocan igual que a otro santo.

Según cuentan los fieles, se recurre a él para interceder ante Dios en medio de la adversidad para que les brinde la gracia que necesita en ese momento. Al respecto, el pa’i Miguel Castro he’i que un verdadero cristiano que practica la fe de Cristo no puede seguir a San La Muerte.

“Un buen cristiano no se va luego a meter en este tipo de cosas”, dijo el padre. Consultado si venerar a esto puede influir en realizar algunas cosas malas (por ejemplo matar, o hacer daño a otros) comentó que “claro que sí. Pero si una persona practica la fe en Cristo no puede ser influenciado por este ente”, agregó.

“La clave está en cuidar el aspecto espiritual y nuestra unidad con Dios, con la Virgen y también en cuidar nuestra vida sacramental, el sacramento de la gracia del amor, de la confesión de la comunión, de la palabra de Dios, que es indispensable en la vida cristiana, de los que creemos en la palabra de Dios. Así es muy difícil que estos espíritus entren en nosotros”, tiró.

Carencia espiritual descuidada

“Cualquier figura o imagen se puede transformar en satanás para algunas personas cuando entran en una confusión. Y es ahí cuando el diablo puede llegar a influenciar en las personas”, agregó el pa’i.

“Pero el origen no está en la figura o en la imagen, sino en la persona que se siente confundida psicológicamente. Una persona con confusión psicológica, de carencia afectiva o descuidada en el campo espiritual, es cuando el mal aprovecha para influenciar”, dijo. “La pobreza espiritual de la persona se da por una confusión y es ahí cuando el mal puede influir y se procede a cometer cosas malas”, finalizó.

CAPILLA

En Itá está ubicada la capilla en honor a San La Muerte y a donde cada día acude cientos de devotos.

DEVOTOS

La capilla fue fundada por el pa’i Nicolás Benítez. He’i que en nuestro país hay más de 40 mil devotos de San La Muerte.