• EJEMPLO. Sterling, figura de los ingleses, dio a conocer su dura infancia.

Cosas del fútbol. Cosas de la vida. Una de las promesas de Inglaterra, Raheem Sterling, de 23 años, está jugando su primer Mundial y no pudo ocultar su felicidad por cumplir su sueño. Más todavía, por lo que le tocó vivir en su infancia.

El juvenil nació en Jamaica, pero se tuvo que mudar a Inglaterra a los cinco años tras perder a su padre de forma trágica. “Mi padre fue baleado y prometí nunca tocar un arma, por eso me hice un tatuaje en mi pierna derecha, con la que le pego al balón, tiene un significado profundo para mí” contaba a BBC Mundo.

Al adquirir la nacionalidad inglesa, se propuso la meta de jugar un Mundial.

“Ahora estoy disfrutando de lo que más me gusta, espero poder llegar lejos como otros jugadores históricos” siguió.

Pero lo que más impactó fue cuando contó lo que hacía en su infancia para ganarse un poco de plata. “Hace quince años estaba limpiando inodoros y ahora estoy acá, es increíble. Mi mamá trabajaba en la parte de limpieza en un hotel, y nosotros con mi hermana le ayudábamos” agregó el crack.

EL “OTRO” STERLING

Pero ojo, que Sterling tuvo sus tropezones también. En el 2016 no quiso jugar un partido decisivo para clasificar a la Eurocopa de Francia por estar “cansado” ñandeko, pero después fue pillado un día después en una fiesta tuichaite ka’úre.

UNA MANSIÓN

Raheem Sterling, como agradecimiento, le regaló años atrás una mansión a su mamá con un baño repleto de cristales, entre otros lujos más. No se porta tan mal ra’e este muchacho.

ESCÁNDALOS

Desde que debutó, Sterling fue un apuntado por sus problemas disciplinarios. En el 2017 una mujer lo acusó de no pagar su cuenta tras el “ya tú sabés”. En total, eran 3.300 euros.