- SANÓ HE’I. “Tiene algo especial, aquí yo me liberé del mal que me atacó por años”, dijo una de las que contaron su experiencia
El Astro Rey comenzaba poco a poco a penetrarse entre los árboles. A unos metros, unas personas ingresaban al fondo de un bosquecito, en el sitio exacto donde “brota” un arroyo denominado Jakarey y que queda en la zona de Mbuyapey, departamento de Paraguarí. Ese grupo no iba al hermoso cauce para refrescarse, sino para hacer un ritual del liberación.
Sí, el arroyo es muy utilizado por los médicos naturistas umía para ¡expulsar demonios!, según comentaron los lugareños. “Estas aguas tienen algo especial, aquí yo me liberé del mal que me atacó por años”, comentó doña Elva Irrazábal, quien a renglón seguido contó su experiencia mientras las sombras dejaban distintas figuras bajo los arbustos en los alrededores del arroyo.
“Aquí vienen muchos para hacer liberación. Yo recorrí doctores de aquí para allá en el país, incluso fui al extranjero, pero no encontraba solución. Con una médica naturalista fui hasta el arroyo y ahí me hizo un ritual de sanación y liberación”, dijo.
“En el agua me rompió 14 huevos en la cabeza y comenzó a orar por mí, luego me introdujo dentro de las aguas. Ahí nomás me liberé de ese mal que me atacaba”, confesó.
“Mucha gente llega y hace sus rituales en estas aguas, dicen que es milagrosa y sirve para liberar de algún mal. Sucede muchas veces”, comentó don Derlis Cantero, quien vive en la zona de Mbuyapey.
“Me hicieron un trabajo del mal”, contó
“Al hacer el ritual de liberación en el arroyo, salí reconfortada, tranquila, sin nada que me afecte”, comentó doña Elva. “La médica que me atendió me dijo que me hicieron un trabajo del mal (payé o macumba). Pero fui liberada”, agregó la doña, quien está a cargo del oratorio de Santa Cruz en Mbuyapey, en la zona de Isla Alta, y también es coordinadora de cinco comunidades donde realiza catequesis y talleres con los grupos juveniles. “Por envidia me hicieron eso. Yo soy muy católica y no sé por qué me hicieron todo eso”, finalizó.
DE TODO
La gente acude al arroyo a hacer liberación, llevan consigo velas, cintas, huevos y rezan a full ndaje, según comentaron.
DOLOR
“Ya no aguantaba el dolor, sufrí muchos, pero por suerte ahora puedo decir que estoy curada”, contó ña Elva.
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