La alegría estaba en cada uno de los presentes. La emoción fue mucha y algunos incluso hasta dejaron caer algunas lágrimas. Luego de su beatificación –que se realizó en el estadio del club Cerro Porteño, en Barrio Obrero, de Asunción–, la reliquia de María Felicia de Jesús Sacramentado, conocida por todos como Chiquitunga, volvió a su casa; es decir, a Villarrica.
Una multitud demostró todo su cariño y acompañó la caravana de recibimiento de la nueva beata paraguaya en Guairá. La procesión se dio por las principales calles de la ciudad hasta la catedral Espíritu Santo.
“María Felicia volvió a su casa, Villarrica, y su gente la recibió con mucho cariño”, expresó el obispo Edmundo Valenzuela.
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