INGLATERRA. A Molly Harrison le diagnosticaron cáncer el año pasado, y eso dio vuelta todos sus planes. Comenzó con tratamientos para combatirlo y tuvo que perderse su graduación por esto. Sin embargo, sus compañeros no lo permitieron: organizaron una fiesta de graduación sorpresa donde, además, recaudaron fondos para que continúe con su atención médica.
La llamaron, “Fiesta de graduación secreta” y todos los compañeros junto a profesores pudieron estar con la joven.
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