• SE ARRIESGARON. Desafiaron al fuego para salvar a sus perros, gallinas, pollitos y gatos
• FAMILIA. “Ellos son los hijos que la vida nos dio y gracias a Dios pudimos rescatarles de entre las llamas”, dijeron

Escuchar que los hijos están en peligro es como una bala que atraviesa el razonamiento. Obliga a los verdaderos padres a actuar rápido, incluso, poniendo la vida misma en juego. No midiendo las consecuencias.
Ese es el caso de doña Vilma Graciela González y don Jorge Sánchez, una pareja de abuelitos quienes arriesgaron sus vidas para salvar a sus retoños del fuego que consumió parte de su humilde vivienda, ubicada en el barrio Barcequillo, de San Lorenzo.

Don Jorge sufrió quemaduras en una de sus manos. “No importaba que me pasara con tal de salvarlos a ellos. Son todo para nosotros”, dijo el valiente hombre. El dato –en este caso– es que sus hijos son sus perros, sus gatos, sus gallinas y sus pollitos. “Ellos son los hijos que la vida nos dio y gracias a Dios pudimos rescatarles de entre las llamas”, agregó ña Vilma.

La pareja nunca tuvo hijos biológicos, según comentaron, pero el amor que sienten hacia sus mascotas es tan fuerte e intenso como el que pueden sentir por un ser humano. Precisamente, ese sentimiento de cariño y afecto hacia ellos, hizo que dejaran un brasero en el galpón –donde todos los animalitos duermen juntos– para que no sientan tanto la fría madrugada. Pero una chispa alcanzó el colchón donde estaban los perros y se produjo el incendio que rápidamente se propagó. “Les vi a mis hijos en medio del fuego y ahí entré sin medir el peligro. Por suerte rescatamos a todos”, agregó don Jorge.

Rescató a varios de las calles, dijo

Foto: AMOR DE MADRE. La kuñakarai acaricia con mucho amor a uno de sus pollitos. (@FranLucichi)

Ña Vilma Graciela trabaja como recicladora. Todos en la zona la conocen porque recorre de punta a punta la ciudad con su carrito. Don Jorge trabaja como cuidador de autos en un estacionamiento en la capital del país.

“Con lo que ganamos nos las ingeniamos para comer y dar de comer a los animalitos”, dijo ña Vilma. La guapa kuñakarai comentó además que entre sus recorridas “adoptó” a varios de sus “hijos”. “A Renato (su perro) le rescaté de la calle. Es el que cuida de los demás, de los gatos, de los pollitos, están siempre juntos como hermanos, no se hacen daño ni nada por el estilo”, agregó.

“Vamos a trabajar el triple para recuperar lo perdido”

Foto: FUEGO. Parte de la humilde vivienda que se incendió. (@FranLucichi)

El fuego consumió todo el galpón, parte del techo de la humilde vivienda de la pareja, como así también varias cosas que tenían en su pequeña cocina. Hasta el sitio llegaron bomberos voluntarios, quienes lograron controlar el jekái. “Vamos a trabajar el triple para recuperar lo perdido. Eso es lo de menos, lo importante es que todos nosotros estamos sanos y salvos”, dijo ña Vilma. “Yo siempre salgo a controlar el brasero que les dejamos a los peques (sus animales) en las noches frías, pero esta vuelta no lo hice porque horas antes me quemé el pie con agua caliente y reposé. Solo doy gracias a Dios que no pasó a mayores”, finalizó.

SUS “HIJOS”

Cinco perros, dos gatos, cuatro gallinas y dos pollitos son las mascotas de la parejita de abuelitos.