CAPIATÁ. A solo una cuadra de la Ruta 2, en pleno centro de la ciudad de los mitos y las leyendas, el cuerpo de un indigente se encontraba todo acurrucado con una frazada y metido dentro de lo que sería el mostrador donde se atiende a la gente, en la vereda de una parrillada.
No se sabe en qué momento murió, ni tampoco la causa, pero por el tono azulado que se dejaba ver en la piel, todo indicaba que la causa de su deceso tuvo que ver con el frío. No mostraba signos de haber sido agredido.
El cuerpo fue levantado por efectivos policiales y trasladado hasta la morgue para que se le haga la autopsia correspondiente y poder dar con precisión la causa por la que falleció.
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