Una de esas frases que parecen sacadas de novelas dice que “para el amor no hay barreras”, y es eso tal cual lo que nueve parejas vivieron tras las rejas, donde nada ni nadie pudo contra el amor que sienten hacia sus medias naranjas, por lo que definitivamente están “presos de amor”.

En la cárcel de Tacumbú, los tortolitos dieron el “sí, quiero” ante un pastor. La actividad fue en horas de la mañana y la iglesia por la cual se casaron lleva el nombre de “Fortaleciendo sus lazos espirituales”. La unión de las parejas se realizó en el pabellón Libertad y estuvieron presentes los familiares, según los datos proveídos por el Ministerio de Justicia.

El Ministerio de Justicia informó que “el acto forma parte de los programas de reinserción social ejecutados por el Ministerio de Justicia en los centros penitenciarios, donde se busca brindar seguridad jurídica a la pareja e hijos de las personas privadas de libertad, sobre todo buscar la unión familiar y fomentar los valores”.

Las bodas comunitarias en las cárceles no suelen ser muy frecuentes, pero cuando se da una oportunidad como esta, muchos tortolitos aprovechan la ocasión. Este caso no fue la excepción.

TODO BIEN “PRIVÉ”

Una de las cosas que los presos que se casaron pidieron a las autoridades es que la prensa no esté presente en el momento de dar el “sí, quiero”.