AUSTRALIA. Jessica O’Neil, de 35 años, comenzó a dar su terapia de “abrazos profesionales” hace seis meses en su consultorio en Gold Coast. Ella cuenta que siempre fue una persona muy afectiva. “Es mi naturaleza, parte de quién soy. Además de que mi madre siempre fue muy cariñosa y amorosa cuando yo era joven” dijo.
El inicio de sus inusuales terapias fue espontáneo, pues daba consejos a personas con ansiedad y distintos problemas, pero “empezó cuando yo comencé a darle a mis clientes abrazos cuando venían a una sesión de asesoría”.
La mayoría de los pacientes son hombres de unos 35 años, aunque cada vez hay más mujeres mayores y hombres jóvenes con problemas de soledad y “desconexión en esta era digital”.
Al ver los resultados de cómo bajaban la guardia los pacientes, encontró que facilitaba su trabajo y finalmente los abrazos lo hizo parte diaria de sus consultas.
Reveló que buscará una iniciativa para hacer un centro de terapias de contacto físico donde más terapeutas hagan lo que ella y abracen a sus pacientes.
CONSULTAS
Abrazos
60 dólares
Consejos
80 dólares
EDUCACIÓN
Ya tuvo “una o dos situaciones” incómodas a la hora de dar abrazos, aunque asegura que la mayoría de la gente es educada.
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