El Congreso parecía ayer una iglesia donde los “demoños” salían de todos lados. Un culto evangélico se realizó con el aval de la Cámara del Senado. Estuvo a cargo de un grupo de pastores que vinieron desde Venezuela, República Dominicana y México y se reunieron con sus “colegas” de Paraguay, según los datos proveídos por gente del Congreso.
“Algo grande está sucediendo, algo grande se está rompiendo, algo se está acelerando en esta tarde, algo está pasando, algo está pasando… Él lo juró, Él lo juró, Él lo dijo, Él lo prometió”, he’imi uno de los pastores mientras que uno de los presentes convulsionaba tras lo que parecía ser una oración de liberación.
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