FRANCIA. Un francés recuperó su anillo de boda perdido hace 14 años gracias a un apasionado de la detección de metales, que lo halló en una playa francesa de Sarzeau (Noroeste) y entró en contacto con su dueño por Facebook.
En el verano del 2004, Philippe perdió la preciada alianza mientras se daba un baño en las aguas de la playa de Saint-Jacques, situada en la región bretona, y difícilmente hubiera imaginado que, casi 15 años más tarde, lo fuese a encontrar.
Philippe pensó que jamás lo recuperaría, pero aparecería Gaël Roulin, un buscador de tesoros que pertenece a Detección 56, una asociación de aficionados de la detección de metales. Lleva dos años paseándose por esa playa de Saint-Jacques en Sarzeau y esta vez su búsqueda dio sus frutos.
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