• LO QUE PASÓ. Dijo que vio a una chica llorando en la calle, estacionó, le abrazó y después la que se quedó llorando fue ella

“Vi a una chica llorando, me bajé del auto, le pregunté qué le pasaba, la abracé. Me dijo ‘gracias’ y se subió al bus. La que llora ahora soy yo. Fue de verdad y nada”, publicó Bibi el fin de semana. Esto se volvió viral y hasta se convirtió en memes en las redes.

La gente tomó para cualquier lado, con gracia y le dijo a Bibi que estaba inventando, pero también algunos pocos dijeron que se emocionaron hasta las lágrimas con la historia.

Bibi jura que sucedió, que no necesita mentir. “Fue sobre la avenida España, la chica se subió después al bus. Yo le vi, vi que estaba llorando, estacioné en una esquina y me fui, me fui junto a ella porque era mujer, si era hombre no me iba a animar. A veces necesitamos de ayuda, entonces pensé que preguntándole qué le pasaba podía hacer algo por ella”, nos comentó la “Tía Bibi”, como le conocen en el Twitter. Nos contó que la chica estaba llorando “por una pérdida” que sufrió. “Ella tenía que seguir trabajando, porque la vida continúa, y a lo mejor en ese momento estaba sensible”, agregó.

COSAS POSITIVAS

Dijo que al toque publicó lo que vivió porque le pareció que las “cosas positivas hay que compartir”. “No hice esto pensando que se iba a volver viral. Vi todo lo que generó, mucha gente no me cree y están en su derecho. No hay que creer todo tampoco. También vi memes divertidos que están haciendo a partir de lo que conté. A mí no me molesta para nada que no me crean, lo que sí me incomodan son mensajes medio argeles, tirando mala onda, que no fueron mucho, fueron como dos. Una cosa es que creas o no, pero tirar mala onda me da pena”, nos comentó.

“Hay gente que puede tener personaje en Twitter, vos te das cuenta de la esencia en ciertos tuits, por sobre todo, los que buscan la caca en todos lados. Uno da lo que tiene”, reflexionó.

En cuanto al gesto que tuvo con la chica desconocida, animó a la gente a que busque tener empatía con los demás.

“Con un abrazo podemos ayudar a veces a gente que está pasando mal, no hace falta que esa persona sea nuestra conocida. No es un acto de caridad, es un acto de bondad”, dijo.