DESVANECIÓ. El muchacho, que aseguran entró a pescar para comer, se terminó ahogando.

Lastima. Duele. Y en medio de tanto sufrimiento, a la vez ¡da rabia! Es hasta si se quiere incompresible. Pero en realidad, no es más que el reflejo de una situación que está a la vista y que muchos no ven o no lo quieren hacer: el hambre.

En un país en el que toneladas de alimentos van al basurero todos los días, aún hay gente que no tiene pan para llevarse a la boca. Que tragan solo penurias para engordar la impotencia de un alma vacía.

Tenía solo 16 años. E.E.V. se ahogó mientras, según comentaron algunos allegados que lo conocían, intentaba sacar de las aguas de un humedal algo para comer. El hambre lo invadía. Era el décimo de 14 hermanos y vivía con su mamá y los más chiquitos. El papá y los hermanos mayores habían partido de casa.

“No se encontraron heridas ni rastros de que haya sido mordido por ningún animal, descartando el hecho de que fue atacado por un cocodrilo, como en principio comentaron los testigos”, dijo a la 730 el fiscal que atiende la causa.

Después de un examen por parte del forense, todo apunta a que el ahogamiento sobrevino como consecuencia de un desvanecimiento. Si bien es cierto que el calor jugó un papel importante, la edad del adolescente más bien da cabida a que el hambre fue la razón principal.

El agua en este humedal no alcanzaba ni siquiera un metro de altura, o sea, que hasta arrodillado podía haberse salvado.

“La víctima proviene de una familia numerosa, de escasos recursos. El papá los abandonó. Hay niños pequeños”, agregó el fiscal.

SÉPTIMO GRADO

E.E.V. estaba cursando el séptimo grado, y a pesar del tiempo que perdió, iba decidido a terminar sus estudios. Los vecinos hablaron de la necesidad que pasaban en la familia.