Soy un hombre ena­morado, pero un po­co desilusionado, me gustaría saber qué pue­do hacer con este sufrido amor, ya no puedo más. Mi historia comenzó hace 6 años, cuando le conocí a una casada, yo también lo soy, pero nos flechamos desde la primera vez que nos vimos, en la casa de mi mamá, en el interior del país.

Salimos 6 años ya, todo bien los primeros años, pero por ahora su esposo la tiene atareada con él en sus negocios. Así viajan to­do el tiempo, la lleva y la trae de aquí para allá, no la deja sola ni un minuto, pero entre ellos ya no hay nada. Incluso el marido le ofrece para salir con otros amigos con tal que no sea conmigo, salí paseate le dice…

El tema es que ella está muy cambiada, por dentro y por fuera, se volvió muy curiosa por hacer cosas nuevas como salir a bailar, ella jamás bailó, quiere salir conmigo o con amigas. Me desperté de vos, me dijo.

De día me pide que la lla­me todo el día, así escucho lo que ella hace, por ejem­plo me hace escuchar cuan­do está hablando con su es­poso o me cuenta detalles de lo que hace, como para que me sienta tranquilo de que no está con otro, pero igual dudo.

Qué pasará, será que algu­na vez dejaremos cada uno a nuestras familias para po­der vivir juntos o ves difícil, ella dice que va a conseguir el divorcio.

Cuando ella me pida yo me voy a divorciar, por­que en casa ya no hay na­da, mi señora sabe todo y no pasa más nada como matrimonio.

Yo tengo 55 años, estoy por jubilarme, ella tiene un negocio, siempre tiene clientes, nosotros nos ve­mos una vez al mes porque estamos lejos. Es una muy linda señora de 42 años, pe­ro de un tiempo a esta par­te le dio por tunearse, ca­da tanto se cambia el look, el color del pelo hasta usa lentes de contacto, hace dieta… ¿es algo anormal?, ¿qué será que le pasa?

Lo que a mí me preocupa es que de lunes a viernes ella anda sola, cuando no viaja con su esposo, él llega sábado recién, pero sé que duermen en camas sepa­radas. Yo escucho, me hace escuchar eso.

Solo que los clientes saben cómo es la relación de am­bos y como ella es enferme­ra vienen a consultar gua’u. Sus amigas le llenaron la cabeza de que tiene que ha­cer el amor, eso yo escucho y me estoy volviendo loco.

El problema es que dudo de ella, muy cambiada es­tá, antes era una mujer muy hogareña, pero ahora está llena de curiosidad, mucha libertad tiene por ahora. De su marido no desconfío, la tiene solo para negocios, ejemplo: quitar plata y eso. Ya no confío en ella, creo que me cambió por otro, ya dudo de ella, mejor así que no la vuelva a llamar más…

DERLIS, DE ASUNCIÓN, 55 AÑOS.