Encima que se vivió una jornada con algo a sí como 70 grados de calor, el final del superclásico fue vaikuépe, con un kilo de polémica y con un Olimpia saboreando un empate como si fuera un verdadero triunfo; no es para menos, lo igualó en el último suspiro, de penal y encaminándose firmemente hacia el bicampeonato. El principal protagonista de esta verdadera película al más puro estilo de Hollywood fue el árbitro principal Óscar Velázquez, quien pecó de inexperiencia y terminó siendo el blanco de las críticas por parte de los cerristas quienes, tras el incidentado final se le fueron como para garrotearlo todito mal voi. El candidato a presidente del Ciclón, el Dr. Raúl Zapag, también entró a la cancha y desafió igustoitépe a la terna arbitral, que tuvo que ser retirada con custodia policial. La polémica se generó cuando se añadió un minuto más tras el gol en el agregado de Marcos Acosta (era el 2-1 ya), pero un pelotazo al área azulgrana fue despejado con la mano del mismo autor del segundo gol de Cerro, de Marcos Acosta, quien se enredó y causó penal a favor del Franjeado. Ortega marcó y desató la furia del Ciclón, que se vio totalmente perjudicado con el resultado. Los hinchas cerristas sobrepasaron las vallas de plateas y ocasionaron destrozos aóto ha péoto, dejando de vuelta un episodio malo para el fútbol y espantando de esa manera a las familias que acuden a las canchas. El Ciclón quedó nuevamente a 7 unidades de la cima y solamente quedan 15 puntos en juego. El ambiente está muy tenso por la capital del sentimiento, mientras que por la vereda franjeada todo es alegría.