VIÑA DEL MAR. Un médico esperaba a un paciente para una consulta en un edificio de la localidad chilena de Viña del Mar, cuando notó algo extraño en uno de los edificios. Una nena jugaba con su muñeca al borde del precipicio de un quinto piso.
Sin ninguna contención que la pudiera soportar en caso de perder el equilibrio, se balanceaba de un lado a otro. Inmediatamente, el profesional le ordenó a un paciente que grabe lo que estaba sucediendo y cruzó hasta el otro edificio para ayudar a la nena.
El médico, Heraldo Seguel, declaró que “observé por la ventana que había una menor jugando en la ventana que no es un balcón, es el borde de una ventana, le dije al paciente que nos moviéramos rápido”.
Seguel llegó hasta el edificio donde vivía la menor y entró a la vivienda para alertar a algún presente. “Abrió la madre que estaba hablando por teléfono, le señalé que su hija estaba en la ventana, la llamó y la sacó”, añadió.
El médico aprovechó la situación para hacer un llamado resaltando lo peligroso que fue lo que pasó en Viña del Mar. “Era cosa de minutos que cayera, porque la nena estaba jugando”, concluyó.
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